Punto de Vista Histórico

En la clase de esta semana se ha tratado un tema que me toca muy de cerca y me ofende profundamente, como amante de la historia que soy. Este tema consiste en el punto de vista de la historia, algo que desde mi humilde opinión es contradictorio. La contradicción explícita de dicha expresión se explicará a lo largo de esta entrada. Este tema surge a partir de la idea que podemos tener de personajes históricos a partir de manifestaciones culturales como puede ser una obra de teatro, una novela o cómic, una película o una danza. Todas estas expresiones artísticas y culturales son dignas de admirar, contemplar y disfrutar. No me gustaría para nada que esta entrada fuera un alegato en contra de estas manifestaciones tan importantes en nuestra sociedad moderna. Solo pretendo de alentar y argumentar el error de dar por válido la imagen que se transmite en estas muestras artísticas de la historia. Es un error evidente y que esta teniendo consecuencias en nuestra sociedad moderna.

Libros, películas, obras de teatro,... En definitiva, cualquier elemento que sirva de documento para transmitir algo artístico y favoreciendo la difusión de la cultura por cualquiera de sus vertientes. A diario estamos cansados de disfrutar de estos soportes artísticos, como yo les denomino. Todo esto nos proporciona puntos de vista interesantes, que debemos contemplar y analizar desde una cierta perspectiva, ya que de ninguna de las maneras construyen una verdad absoluta (que no existe). Si esas obras se refieren a algo referente a la historia el peligro se magnifica enormemente. Todo a lo que hacen referencia es solo una imagen, punto de vista o perspectiva. Pero no podemos tomarlo como definitivo y darle más valor que a cualquier otra cosa más objetiva. Existen figuras históricas que ya de por si están envueltas en una aroma mitificado basado con el paso del tiempo y la leyenda sobre la que se desliza el personaje en cuestión. Entonces, las obras artísticas no ayudan sino empeoran estas cuestiones y los usuarios, los consumidores de estas manifestaciones pueden verse con el suficiente conocimiento, capacidad y superioridad moral y intelectual para realizar juicios de valor infundados y sosteniéndose solo en libros, cómics u películas. Todo esto puede resultar abstracto e incluso puede tener ciertos tintes filosóficos y reflexivos que podrían distorsionar el objetivo de esta entrada. Es en este momento, en el que me veo con la necesidad de fijar unos ejemplos y explicarlos para intentar salvar esta reflexión sobre la relación de historia y documentos artísticos.

El primer ejemplo es uno dado en clase por mí mismo. La figura histórica de Cristóbal Colón con todo lo que supone en la actualidad. Todos conocemos (o eso espero) quien fue Cristóbal Colón mito histórico de la historia de España y capaz de despertar fobias y admiración a partes iguales. Los libros no tanto, pero ciertas películas o incluso cómics han ayudado a crear una imagen de Cristóbal Colón defendida y sostenida por la izquierda mediática de este país. Se presenta a Colón como una persona que no tenía límites y sus aspiraciones podían romper cualquier límite o regla moral del momento. Sus ansías de poder y reconocimiento le han llevado a ejercer una de las "barbaries" mas sangrientas y crueles del Siglo XV. El descubrimiento de América de manera puramente accidental supuso por un lado el "descubrimiento" de los indígenas de Centroamérica y el sometimiento castellano de la misma. "Genocidas, imperialistas sátiros, gen dominador español, esclavistas,..." cualquier adjetivo es válido para catalogar al Reino de Castilla a la hora de referirse al descubrimiento de América por parte de Colón y su tripulación. Como podemos observar estos documentos muestran una visión del descubrimiento de América muy poco objetiva  y sesgada. Es más, me parecería un improperio definir estas muestras de arte como históricas. Como mucho podríamos indicar su naturaleza satírica y su exageración con el fin de atraer a más consumidores. El error no es de estas obras de arte (nada más lejos de la realidad), sino que son los lectores los que interpretan y descodifican los mensajes de los libros y las películas de Colón que muestran esta visión y piensan que la historia es lo que representan estas obras. ¡Qué error literario y de transcripción cultural tan grotesco! Pero anticipándome a los que me puedan tildar de partidista y de una ideología clara al señalar solo al sector izquierdista y las obras que demonizan un acontecimiento histórico; desde el otro espectro cultural se han producido obras que han idealizado un acontecimiento histórico y convertirlo en casi un acto heroico y comparable al descubrimiento del fuego o la aparición de la escritura. Muchos libros le dan tintes legendarios al descubrimiento de América con historias como la necesidad de encontrar tierra firme o la muerte de toda la tripulación, la necesidad de comer cadáveres para sobrevivir o la evangelización y el haber salvado a los indígenas de la ignorancia. Incluso, la televisión ha favorecido en ciertas ocasiones a esa mitificación como fueron los documentales del régimen de Franco del descubrimiento, intentando mostrar una visión más profesional; aunque detrás de la televisión pública falangista se escondía la manipulación y la visión trasnochada de la historia por parte del franquismo.

Los resultados de todo lo expuesto en la entrada se ven en la actualidad con consecuencias muy tristes y penosas para la sociedad en general. Disturbios y quemas de estatuas por parte de diversas personas disfrazadas y catalogadas de activistas, defensores "de los derechos humanos" se han sentido con la capacidad de tirar y derribar estatuas de Colón y los descubridores castellanos, apoyados por instituciones de gran poder e influencia. Incluso el propio presidente de México (López Obrador) se vio con el poder de decir que el pueblo español debería pedir perdón por la barbarie imperialista. Un cargo público que mezcla historia con interpretaciones y puntos de vista y hace juicios de valor. Recuerden siempre que la historia es una y objetiva, no hay puntos de vista y el arte y la historia no puede ser base para tratar de conocer la misma historia, la verdad.