¿El silencio puede ser una forma de comunicación o de expresarse?
En
muchas ocasiones a lo largo de los años, la pregunta del sentido del silencio
en relación con su significado lingüístico ha estado presente. ¿Qué significado
tiene el silencio? ¿Es solo la ausencia de comunicación verbal? ¿Un tiene un
significado más profundo que debemos de entender dejando a un lado la
superficialidad de este? En esta entrada del blog trataré de dar respuesta a
estas preguntas y precisar si el silencio se puede considerar como una forma
más de comunicación o expresarse.
Una
vez teniendo claro la definición de comunicarse, pasamos a ver si el silencio
se puede aplicar a dicha definición. Podemos determinar a partir de la RAE que
la comunicación puede ser de dos tipos: verbal (palabras) o no verbal (gestos o
miradas). La comunicación verbal, es la comunicación más habitual y es
concebida por la mayoría de la sociedad cola forma de comunicación
predominante. Con las palabras puedes manifestar o transmitir todo cuánto
quieras, cuánto más vocabulario y léxico poseas; mayor facilidad te vas a
encontrar para dar a conocer tu mensaje. No obstante; nos toca explicar la otra
forma de comunicación tan válida como la otra. La comunicación no verbal no
tiene nada que ver con el uso de las palabras o el léxico. Se trata del
conjunto de signos, miradas o gestos que recurrimos también para expresarnos.
Debemos tener en cuenta que no debemos escoger entre estos dos tipos de
comunicación, son complementarios. Los expertos determinan que una comunicación
perfecta ha de precisar en igual medida de comunicación verbal y comunicación
no verbal.
Al
explicar los dos tipos de comunicación existentes, podemos aclarar que el
silencio (abstención de hablar) está incluido en la comunicación no verbal. Con
los gestos, miradas o silencios expresamos una información tan necesaria como
las palabras en cualquier acto comunicativo. Por tanto, al formar parte de la
comunicación no verbal el silencio es una forma de expresarse. Es más, me
atrevería a decir que es tan válida como cualquier otra. Con un silencio
estamos transmitiendo una información en concreto. Esa información es
claramente subjetiva y su significado estará fuertemente vinculado al contexto
en particular. En este momento me parece oportuno rescatar la frase tradicional
de “un silencio vale más que mil palabras”.
Por
ejemplo, en las entrevistas los silencios son muy habituales. Sin ir muy lejos,
se me ocurre los incómodos silencios en una entrevista después de un partido de
fútbol a la estrella del Real Madrid Sergio Ramos (en 2017). La periodista le
pregunto sobre un tema que nada tenía que ver con el deportivo y este recurrió
al silencio como respuesta. ¿Acaso el futbolista no se comunicó tras recibir
una pregunta comprometida? Para nada, de echo en este caso concreto con el
silencio estaba expresando su desaprobación de la pregunta y su negativa a
contestar.
En
conclusión y tras haber expuesto un ejemplo claro y evidente; el silencio es
otra forma de comunicación (no verbal) tan correcta y válida como cualquier
otra que se nos pueda ocurrir. Es por eso que cuando vemos los silencios en el
acto comunicativo, debemos mirar más allá de la superficialidad que este
representa (el no hablar) y tratar de mirar más allá para averiguar su
significado y su valor real en el acto comunicativo.
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